martes, 29 de mayo de 2012

Del mar a la cordura

Existe un lugar interior,
un mar infinito donde todos, una vez ahogados,
podemos salir a la superficie
y respirar, a grandes bocanadas,
un aire propio y liberador.
Libre de cadenas,
¡libre!
dueño de ti mismo y de
tu propia inmensidad.
Hablar tu propio idioma...
y descansar...

descansar del yo cotidiano
y vivir tu propia realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario