Con suerte y con el tiempo
uno va aprendiendo.
Aprendo que de nadie dependo.
Que mi casa es mi refugio y
mi cuerpo es mi Templo.
Con el tiempo aprendo.
Que a nadie debo nada,
que lo que doy es porque así lo quiero,
y que de nadie dependo.
Necesito a quienes a mi alrededor
hacen de mi vida un lugar más cómodo,
pero para vivir de ellos no dependo.
Y aprendo que mi casa es mi refugio
y mi cuerpo Mi Sagrado Templo.
miércoles, 15 de octubre de 2014
miércoles, 8 de octubre de 2014
Estelas
Ensimismada observo el rastro que
tu mano va dejando.
Huellas en un mar de humores,
en una mar de amores.
Estelas que se evaporan
se desvanecen y disipan,
y entonces el olvido.
Un olvido que nos hace nuevos,
que nos hace vírgenes,
mas nos roba una parte
de nosotros mismos,
desgastando nuestras almas,
desgastando nuestros himnos.
Y entonces olvido.
Olvido el tacto de tus caricias en mi cuerpo,
lo olvido.
Y me entristece este olvido
que deja atrás todo lo vivido.
Y entonces descubro que es solo cuestión de tiempo.
El tiempo necesario para que me olvide de ti.
Y entonces descubro que solo dejaré despojos.
Solo los despojos que me conforman,
solo aquellos que una y otra vez no se fueron contigo.
Solo eso.
Solo eso dejaré tras de mí.
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