y surcamos océanos indómitos,
pero quién nos da la garantía.
Arrasamos selvas vírgenes,
vírgenes del amor verdadero.
Magos de lo invisible nos acompañan
y nos transmiten su mensaje
envuelto en cascadas sonoras
donde la más minúscula hoja
repite incesante su canción.
Me acuna y acaricia el viento,
y mientras su sosiego me doblega
y me abandono a su placer,
la sombra amarga de lo intangible.
Quién nos ofrecerá la garantía.
Y eternamente adolescente
seguiré alimentando el amor indomable...
buscando
seguiré incansable,
pagando la culpa que contraje en otra vida.