lunes, 3 de marzo de 2014

Condenados



En cada suspiro una lágrima,
en cada lágrima un suspiro,
un viento que lo arrastra,
una congoja,
un amigo que sufre...
un minuto que se aleja.




Una vida inmersos en un error.
El error habita entre nosotros,
nosotros mismos somos el error.
Un error cometido por todos y cada uno
que poblamos esta tierra.

Pobres inocentes vienen al mundo
condenados,
inconscientes aún
de sus grilletes
impuestos por el mismo error.

Un error que dirige la vida,
una vida que no es vida,
solo un transitar desquiciado
por las manillas de un reloj.

No hay comentarios:

Publicar un comentario