Echada indolente en la esquina de la calle.
La esquina de la calle por la que sueles pasar de largo cada día.
Pasas de largo y yo te miro de reojo.
No acierto a ver si tú me miras a mí,
¡tu caminar es tan rápido!
Y una presión en el pecho me intenta ahogar
cuando sin poder retenerte
el deseo es febril,
pero huyes y desapareces por el otro quicio
de la casa en ruinas donde no me
atreví a esperar.
Con gritos sordos es como yo me lamento
por el agujero que dejas cada día en mi entraña.
Inmenso el desespero por una vida que pasa,
unos recuerdos que incitan a revivir
una realidad que ya no existe, ya no es,
y, sin embargo, está.
Ya no eres quien solías,
ya no soy quien solía ser,
ya no seré quien quería llegar a ser.
Es tu juego,
y no me he dado cuenta de la forma
en que he entrado en él.
¡tu caminar es tan rápido!
Y una presión en el pecho me intenta ahogar
cuando sin poder retenerte
el deseo es febril,
pero huyes y desapareces por el otro quicio
de la casa en ruinas donde no me
atreví a esperar.
Con gritos sordos es como yo me lamento
por el agujero que dejas cada día en mi entraña.
Inmenso el desespero por una vida que pasa,
unos recuerdos que incitan a revivir
una realidad que ya no existe, ya no es,
y, sin embargo, está.
Ya no eres quien solías,
ya no soy quien solía ser,
ya no seré quien quería llegar a ser.
Es tu juego,
y no me he dado cuenta de la forma
en que he entrado en él.
Hola! Llevo tiempo siguiendo tu blog y lo cierto es que nunca había comentado. Mal hecho por mi parte, pues lo cierto es que tu página está más que bien. Es como un remanso de paz en medio de toda la vorágine de la red. Un lugar al que acudir con calma y perderse en tus escritos tranquilamente.
ResponderEliminarEste en concreto, me ha gustado mucho. Esa forma en la que el tiempo juega con nosotros, yendo siempre por donde no teníamos pensado e introduciéndonos en una lucha diaria para alcanzar aquello con lo que alguna vez soñamos. Vamos, así, al menos, lo he interpretado yo.
Seguiré comentando.
Un saludo!
Muchas muchas gracias, que le digan a uno que sus palabras son un remanso es grande. Últimamente pienso mucho en el tiempo, en todo lo que nos da y nos quita. Yo escribo lo que siento, luego que cada uno haga suyas mis palabras. Al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no? tú que también escribes. Que por cierto, has vuelto a escribir cuando apenas tengo tiempo para nada. Ya me pondré al día que vas sin frenos. Un saludo, y muchas gracias de verdad.
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