y callo y callo,
y tan solo hablo con aquellos a quien quiero.
Quiero y entonces hablo y hablo lo que pienso
y casi nunca me libro del descontento.
Pienso lo que pienso
porque antes primero lo siento,
y siento y lo pienso,
porque pensar sin sentimiento,
eso es solo cuento.
Primero siento, luego pienso y luego creo.
Creo firmemente en lo que siento,
a veces, no tanto en lo que pienso.
Creo en tres máximas.
(1)"El amor enseña a enseñar", una.
(2)"Cuanto más es, menos parece:
un verdadero Maestro se hace invisible", la segunda.
Y la tercera, (3) "un Maestro lo que consigue
con dificultad lo da fácilmente."
Dos amores llenan mi vida:
el amor a los niños y a los animales.
Dos amores que son solo uno.
¡Y cuánta lágrima
cuando es el ego el que mueve al mundo!
¡Cuánto profesor que no quiere ser Maestro,
y que así va reduciendo su divino desempeño
a otras tareas ajenas,
impuestas por dicho puesto!
Me duele y me lamento cuando
el profesor que no quiere ser Maestro,
es desde su ego desde el que desempeña
su puesto, y pisa la dignidad, se aprovecha,
se lucra con su pupilo, que es persona,
a la que debiera profesar amor eterno.
Son niños, niños son,
infantes o adolescentes,
deseosos de encontrar un modelo
al que seguir el ejemplo.
Teatro, mucho Teatro
de puertas afuera,
poco amor y mucho ego
de puertas adentro.
*Ser y tener
(no todo es saber)
(1) Padre Grass, Fundador de las Hijas de Cristo Rey.
(2) y (3)Alejandro Jodorowsky http://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Jodorowsky
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