Acumulo paisajes allá por los prados infinitos del corazón.
Y, sin querer descifrar sus mensajes,
invento palabras, pinto colores y silbo melodías.
Pero nada de esto da calma a estos paisajes que luchan y claman.
Una... dos palabras, que se asemejan a un sentimiento,
y que al nombrarlas, el pensamiento se sosiega y el alma se serena,
se rinden ante la clara evidencia
de que no es posible sentir lo que uno quiere.
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