lunes, 1 de abril de 2013

Una casa

Sigo con la mirada el camino que lleva al umbral
del abismo que nos aleja del mundo.  

Sigo con la mirada, tras los cristales, 
el sendero que me une y al tiempo me separa de ti,
el camino escoltado por el estanque y el limonero
que deja caer sus frutos,
amarillos y aromáticos en un agua,
que imagino límpida,
sin mancha, virginal. 

Cruzo ese umbral y eres una casa, 
en la que almaceno unos recuerdos que nunca tuve,
en los que vivo una vida que no es mía. 

Eres un lapso al margen de todo. 

Veo como se alejan y nos dejan solos en un universo creado solo para mi,
en un continuo espacio - tiempo que se interrumpe
y forja uno nuevo que discurre paralelo;
sólo es mío,
y el tic tac ronco y hueco del reloj deja de existir.

Ya no soy yo;
aquí no soy yo.
Soy esa persona que solo existe
para ese  mundo nuevo y esa casa.

El viento que nos envuelve de nuevo en un remolino,
será el que cuando no estés,
me recuerde con su abrazo tu pasión, tu devoción.

Allí será donde te busque,
en el viento que en las noches primaverales
me traiga tu aroma, tus manos y
tu aliento sobre mi piel.


2 comentarios:

  1. Qué bien que lo haces.Cuanto sentimiento en unas pocas letras.
    muy muy bonito.

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  2. Gracias Ihnma, me alegro de que se sienta ese sentimiento porque lo hay, lo hay y mucho. Un beso

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