¡Oh, Espíritu del Viento,
eleva mis lágrimas al Comienzo.
Llévatelas lejos de aquí.
Lejos, donde estaba quien
al beberlas conocía su sabor!
¡Oh, Espíritu del Viento!
Eleva mis penas al Origen.
Juega con ellas y hazlas carcajearse
de mi falta de fe!
¡Oh, Espíritu del Viento,
busca entre los despojos abandonados,
algo que devuelva a los días
aquel sabor Virginal!
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