El tiempo hizo de nosotros
la misma gente que éramos,
iguales,
pero con sombras en la mirada.
Nos puso en el alma
la necesidad urgente de
recostar nuestra calma
o nuestra desgana,
en un hombro, el de cualquiera
que fuera cercano
que fuera humano, y
sin embargo,
mostramos en la mirada
desdén y desconfianza.
PRECIOSO. A mí, con solo la primera frase " el tiempo hizo de nosotros la misma gente que éramos iguales" ya me hubiera gustado.Me quedo con eso, dice mucho, mucho ,mucho.
ResponderEliminarQue arte chiquilla!!!!!
Gracias por el dibujo... claro que me gusta tú sabes dónde los pones jeeeeee.
No no, gracias a ti. Un beso primor, y cura ese resfriado que las cervecitas nos esperan, jejeje :)
ResponderEliminara veces el hombro de la persona que tienes al lado parece estar a millones de kilómetros, verdad? y viceversa. bonito poema, y bonito dibujo
ResponderEliminarNo hay nada igual a la sensación de sentir ese calor, el calor humano, al fin y al cabo, y es que no somos nada sin los demás, por eso, el que tiene ese hombro tiene el mayor tesoro, pero qué difíciles hacemos las cosas cuando, en realidad, son tan fáciles. El dibujo es de una amiga que no se termina de creer lo bien que lo hace, y mira que le pincho. Gracias por tu comentario.
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