Tardes estivales, nubes en el cielo,
silencio lejano y calina por doquier.
Tardes sugerentes.
Muevo mi cuerpo al son de melodías candentes.
Ven y cántame al oído.
Ven y hazme temblar los cimientos.
Dame un motivo,
dame un motivo...
Ven.
Ven y dámelo.
Que fuerza Pilar, enhorabuena
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