
uno va aprendiendo.
Aprendo que de nadie dependo.
Que mi casa es mi refugio y
mi cuerpo es mi Templo.
Con el tiempo aprendo.
Que a nadie debo nada,
que lo que doy es porque así lo quiero,
y que de nadie dependo.
Necesito a quienes a mi alrededor
hacen de mi vida un lugar más cómodo,
pero para vivir de ellos no dependo.
Y aprendo que mi casa es mi refugio
y mi cuerpo Mi Sagrado Templo.