La costumbre me acostumbra a vestir del mismo modo todos los días,
la costumbre me acostumbra a comer las mismas cosas todos los días,
la costumbre me acostumbra a dormir del mismo lado de la cama todas las noches,
la costumbre me acostumbra a dormir las mismas horas,
la costumbre me acostumbra a ir a los mismos sitios,
la costumbre me acostumbra a caminar por las mismas calles.

La costumbre me acostumbra a tener los mismos pensamientos,
la costumbre me acostumbra a sentir los mismos sentimientos.
La costumbre, la costumbre

aburrida de ser un millón de pequeñas costumbres,
cansada y aburrida de pesadas costumbres.

Y el pensamiento atrae una idea: el apocalipsis,
el fin de una era.

Y el alivio, se siente el alivio
por dejar atrás las viejas costumbres.

Y de nuevo el aburrimiento al saber
que surgirán otras nuevas.

Ser y tener vs. tener y ser

Soy...
aunque tuve y ahora no tengo
¡qué sentimiento devastador!

Soy...
aunque tuve y ahora no queda nada,
solo un recuerdo que aún duele
por ausente, por despiadado.





El día comienza cada amanecer
y con él, mi ser, mi yo.

Me abro a la vida y la abrazo,
y nuevos momentos aparecen y
llenan de nuevo el camino.

Pero ya no es, ya no importa...
aunque el recuerdo...
¡dolor, no te acostumbres a mi regazo!

Fue mi ser y mi querer quien lo hizo grande.

Tuve y ahora no tengo...
¿y qué?
El día comienza cada amanecer
y con él mi ser y mi querer.

Besé tus labios.

Me supieron a poco.
¡Tan fugaz fue!

Te fuiste tan rápido
que ahora sé
que no debí dejarte probar los míos

...te fuiste con sobredosis.

¡Pobre corazón pequeño!